Desayuno en residencia de ancianos

Residencias de Mayores

La tarea más complicada a la que nos enfrentamos como familias en España es probablemente encontrar una residencia para personas mayores. Resulta un momento de incertidumbre, de miedo, pena… Sentimientos completamente normales y humanos cuando nos enfrentamos a una situación que nos es desconocida y que tiene tanto significado emocional para nosotros.

El recelo que sentimos por estos centros viene mayormente originado por tres motivos:

 

• No sabemos dónde ni cómo buscar una residencia adecuada.
• Sentimos que estamos “abandonando” de cierta manera a nuestro familiar.
• Sus precios pueden parecernos excesivos.

Tres puntos que son como piedras en nuestra “mochila” en nuestro viaje por conseguir un lugar en el que nuestro mayor pueda llevar una vida de calidad, digna y, sobre todo, feliz.

Por ese motivo hoy te voy a hablar un poco más sobre las residencias de mayores. Mi intención es resolver cualquier duda que te hayas podido plantear.

 

Es en momentos como estos en los que necesitamos estar el uno para el otro y crear una comunidad que luche por conseguir lo mejor para sus familiares.

¿Qué es una residencia de mayores?

Las residencias de mayores son centros especializados en la atención médica y el cuidado de los ancianos, que buscan su bienestar físico y mental.

Estas nacen por la necesidad que tenemos de asegurar que nuestro mayor no esté desatendido y reciba un tratamiento adecuado que a lo mejor nosotros no nos podemos costear o simplemente no tenemos.

No solo sirven como medio para tratar y vigilar las patologías que puedan padecer, sino que sirven para prevenir la aparición de futuras dolencias y complicaciones.

Además, son espacios que priorizan el desarrollo cognitivo de los mayores, organizando constantemente actividades, talleres, sesiones de cine o de baile, etc. Cualquier plan que permita el entrenamiento del senior y que este nunca se aburra.

Por último, la socialización es una parte fundamental del día a día en las residencias. Se prima el contacto con los demás residentes y cuidadores, facilitando la creación de vínculos emocionales y un sentimiento de hogar y cariño.

Esto se debe a que otro de los objetivos fundamentales de estos lugares es acabar con la soledad en la tercera edad. Según las estadísticas del INE (Instituto Nacional de Estadística), del 10, 4% de hogares unipersonales, el 43,6% está formado por personas mayores de 65 años.

Tipos de residencia de mayores

Las residencias, según miResi, comparador y experto en residencias, se pueden clasificar según diferentes criterios, pero hay dos que destacan por encima del resto. Esto se debe a la importancia que presentan para los mayores y sus familias. A continuación te las explico detalladamente:

Por titularidad

La titularidad de la residencia hace referencia a la propiedad de la misma. Hay tres tipos:

Residencia Pública

Estas residencias dependen de organismos e instituciones públicas, como la administración de las respectivas Comunidades Autónomas.

De precio más económico que las residencias privadas, para poder acceder a ellas es necesario cumplir con una serie de requisitos presentes en la Ley de Dependencia (no te preocupes, te hablaré de ella más adelante).

Su mayor inconveniente es que debido a la alta demanda (principalmente por el rápido envejecimiento de la sociedad española) hay una larga cola para ser admitido.

Requisitos

Los requisitos que tu mayor necesitará cumplir para poder solicitar y acceder a una plaza en una residencia pública son los siguientes:

 

• Estar empadronado o residir en el municipio donde se vaya a solicitar el centro.
• Formar parte del sistema público de pensiones o tener el derecho de prestaciones sociales.
• Tener más de 65 años. En algunos casos de dependencia moderada o severa, se permite el acceso con 60 años.
• Estar designado como persona dependiente médica o social.
• No estar sancionado con anterioridad en ningún otro centro público.
• No ser portador de ninguna enfermedad contagiosa.

Residencia Concertada

Las residencias concertadas están gestionadas por empresas privadas pero reservan parte de sus plazas a la Administración Pública.

Al igual que las públicas, se deben cumplir con una serie de requisitos de la Ley de Dependencia y salen más baratas que una residencia privada.

Residencia Privada

Las residencias privadas son gestionadas por empresas privadas, pero sus requisitos no vienen determinados por la Ley de Dependencia. Cada centro estipula las condiciones para admitir o no el ingreso de una persona mayor.

En estos centros el precio es más flexible y puede ascender mucho más en comparación con las plazas públicas. Esto se debe a la modernidad de sus instalaciones, el tipo de cama (individual o doble/compartida) y la cantidad de servicios de los que dispone.

Por Patologías

El envejecimiento viene asociado a muchas experiencias vividas y compartidas, sabiduría, etc. Pero también presenta un lado más complicado, como es la aparición de enfermedades, muchas de ellas de carácter neurodegenerativo.

Por ese motivo las residencias han tenido que saber escuchar y adaptarse a las necesidades de sus residentes, creando programas y servicios dirigidos a todo aquel que padezca las siguientes patologías:

Residencia Alzheimer

Las residencias especializadas en Alzheimer tratan a esta enfermedad, con gran incidencia en España, mediante diferentes métodos: terapias con animales, estimulación cognitiva, terapia ocupacional o fisioterapia. Al ser una enfermedad que no tiene cura, el objetivo final es prevenir que la enfermedad empeore.

Residencia para Parkinson

Estas residencias tratan esta enfermedad sin cura y que afecta las capacidades motrices de los mayores mediante tratamientos farmacológicos, fisioterapia y logopedia, entre otros. Lo importante es ejercitar al individuo para que su estado no empeore y pueda llevar una vida normal dentro de lo que cabe.

Residencia para Demencia

La demencia en personas mayores se ve reflejada en la aparición de ansiedad, falta de memoria y confusión. Aún estando delante de una enfermedad sin cura, a través de tratamientos farmacológicos, estimulación cognitiva y terapias como la multisensorial, la calidad de vida del mayor se ve incrementada.

Además, condiciones como la diabetes o la hipertensión también se toman muy en serio. Desde las residencias preparan menús especiales con una dieta equilibrada y sana para este tipo de enfermedades.

Por último, las residencias de mayores se clasifican también en función del:

• Tamaño: pequeña, mediana o grande. Dependerá de si quieres una residencia más acogedora y familiar o prefieres un lugar con las mejores instalaciones y servicios.

• Temporalidad de la estancia: temporal o permanente. Esto depende del grado de autonomía y de las necesidades individuales.
• Tipo de asistencia que se necesita: para válidos, asistidas o mixtas. Una vez más, se toman en consideración las capacidades y limitaciones del mayor para decantarse por una u otra.

Elijas la que elijas, cualquier opción es buena. Siempre y cuando se ajuste a las necesidades de tu familiar y escuches en todo momento lo que quiere.

¿Qué servicios puedo encontrar en una residencia de mayores?

En una residencia no solo encontrarás un cuidado excelente de la salud de tu mayor mediante la asistencia médica, sanitaria y de enfermería 24 horas al día.

Además, estos centros cuentan con cuidados e instalaciones especializadas para patologías neurodegenerativas tan habituales como son el Parkinson o el Alzheimer. Esto asegura un seguimiento durante todo el proceso de la enfermedad y evitar que esta empeore.

Pero no solo eso. Las residencias se encargan de revitalizar la vida social y cultural del mayor a través de talleres, excursiones, conciertos, sesiones de cine y musicoterapia, jardinería y muchas otras actividades.

No tengo el presupuesto necesario, ¿cómo puedo financiarlo?: Ayudas a la dependencia

Cuidado de Ancianos

Costear una residencia supone un gran desembolso, quizás uno de los mayores de nuestra vida. Pero es dinero bien invertido, ya que ver una sonrisa en la cara de nuestro padre, madre o abuelos no tiene precio.

Por eso, se han creado ayudas públicas que se estipulan en la Ley de Dependencia. Para poder solicitarlas, se tendrán que cumplir con los dos siguientes requisitos:

  • Presentar un grado de discapacidad irreversible.
  • Solicitar la ayuda en una Comunidad Autónoma en la que haya residido.

Desde la Administración se enviará a la vivienda a un encargado de valorar el estado de dependencia, teniendo en cuenta además el estado de salud y datos médicos del solicitante.

Los grados de dependencia son tres:

 

1. Grado 1 o dependencia moderada: tu familiar posee autonomía
2. Grado 2 o dependencia severa: tu familiar no tiene la capacidad de hacer las tareas cotidianas con facilidad
3. Grado 3 o gran dependencia: tu familiar se ve incapacitado para realizar las actividades cotidianas.

En función del grado de dependencia, la Administración te podrá ayudar de las dos siguientes maneras: mediante asistencia o económicamente.

Entre las prestaciones asistenciales se encuentran las residencias geriátricas, la teleasistencia o los centros de día.

En cambio, si la lista de espera para una residencia pública es muy larga y te interesa una residencia privada, las ayudas económicas te ayudarán enormemente. Estas ayudas económicas se establecen en función del poder adquisitivo y del tipo de pensión que se percibe.

Cheque Servicio

El cheque servicio se utiliza para ayudar a pagar los costes de una residencia o centro de día, de carácter privado.

Este se proporciona cuando no ha sido posible acceder a una residencia pública. Su cantidad vendrá determinada por la situación económica del solicitante, su grado de dependencia y el precio de los servicios de la residencia.

Buscando residencias de mayores: ya no es necesario que uses lupa para encontrarlas.

Entre el desconocimiento de algo tan nuevo como puede ser buscar residencias y la saturación de alternativas, resulta difícil qué hacer o elegir.

Anteriormente, los pasos a seguir eran muy sencillos al principio para luego ir volviéndose más complicados a medida que avanzaba el proceso de búsqueda:

Para encontrar una residencia en tu zona, lo primero que tenías que hacer era poner en tu buscador “residencias en x zona” o “residencias cerca de mí”. A partir de ahí te encontrabas tú solo ante el peligro y te las tenías que apañar como pudieses.

Ayuda para personas mayores

Echarle horas de estudio y comparación manual de las que probablemente no sacases nada en claro y, posiblemente, te generase más dudas. Pero me alegra decirte que eso ha pasado a la Historia.

Ahora mismo tienes a tu disposición comparadores de residencias que ya han hecho ese trabajo por tí. Con una recopilación de muchas residencias y centros de día en España con los que colaboran, crean fichas de información sobre cada una y se clasifican según sus servicios, cuidados, ubicación y hasta puntuación y satisfacción de los residentes.

De esta manera te es mucho más fácil encontrar aquella que se ajuste a tus necesidades específicas y realmente aporte una mejora en la calidad de vida.

Ahora que conoces en profundidad cómo son las residencias y cómo acceder a ellas, estoy segura de que será una tarea muy sencilla. Y si necesitas consultar de nuevo esta información, como cualquier buen amigo, ¡aquí estará esperándote siempre!

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