A menudo el dicho: “¿Y quién cuida al cuidador?” no deja de ser una frase manida y poco atendida. Pero tomarse descansos, pedir ayuda, dormir bien, hacer ejercicio, salir de casa, mantener las aficiones, optimizar el tiempo, promover un buen discurso interno, son algunas medidas que debemos considerar.
A mí me dio buenos resultados poder hablar con la asistente social quién me guió para conseguir la ayuda que necesitaba y poder superar las circunstancias que se me presentaron, desde cómo conseguir el servicio de ayuda a domicilio, o ayudarme a conseguir ayuda psicológica o, incluso, facilitarme algunas nociones sobre autocuidado.