Enfermedades: Es lógico que al tener alguna patología, lo cual es frecuente con la edad, aparezca desde calambres, tos, disnea, ronquidos, apnea, dolor u otros síntomas que interfieran en el sueño. Además hay enfermedades que cursan con trastornos del sueño, que afectan tanto a la cantidad como a la calidad del mismo.